Convoy es un roguelike táctico inspirado en Mad Max en el que deberemos buscar piezas para nuestra nave espacial rota, cuenta con unos gráficos pixel art bastante modestos y una banda sonora muy limitada pero que acompaña bien los momentos de acción. Sin duda hace parte de estos juegos que si bien utilizan los gráficos retro para abaratar costos de producción, y también en cuanto a posibilidades de recursos.
A cambio de esto, te ofrecen una jugabilidad que va mucho más allá de lo que podían ofrecer los juegos que en la época pasada lucían como este. Está claro que Convoy no lucirá como un juego de esta generación, pero ofrece distintos una jugabilidad que aunque es simple por definición, tiene un sin número de opciones, y viene cargada de toda la dificultad de un rougelike.
Protege al Convoy a toda costa
El juego es bastante sencillo: vamos viajando por un mapa en el que podemos mover libremente nuestro convoy a las zonas que queramos. Mientras viajamos vamos perdiendo combustible y nos encontramos con señales de radio, sitios que podemos explorar o emboscadas de alguna de estas facciones.
Si caemos en una emboscada deberemos defender al convoy, para ello contamos con varios vehículos armados. Al inicio de cada partida contamos solamente con dos de ellos pero a medida que avanzamos podemos llevar hasta 4 para proteger nuestro convoy.
Podemos seleccionar entre 3 dificultades: fácil, normal y difícil. Varía el daño que causan los enemigos, obstáculos y trampas que nos encontramos y sobre todo en que empezamos con más o menos tornillos y combustible.
Esto es como Mad Max: una emboscada tras otra
Lo que sea como Mad Max lo tiene este juego del hecho de que siempre vamos de una emboscada a otra. Y esto, aunque es entretenido al principio, se hace repetitivo al poco tiempo. Lo interesante sin duda está en el componente táctico.
Cuando entramos en una emboscada debemos tener en cuenta los obstáculos que nos encontramos por el desierto, estos pueden ser mortales (representados por una calavera roja) o simplemente advertencias (minas, proyectiles enemigos, etc).
Nuestro principal objetivo es eliminar a todos los vehículos enemigos y evitar que le causen daño a nuestro convoy. Movemos nuestros blindados con un solo botón y atacamos con ese mismo. Digamos que en este sentido se siente como un pequeño juego de estrategia. Hay que tener mucho cuidado, ya que si eliminan a nuestro convoy la partida se habrá terminado.
Convoy: A Tactical Roguelike también cuenta con jefes, lógicamente mucho más duros de matar que los vehículos normales pero se pueden destruir si vamos mejorando constantemente nuestros blindados.
La base será nuestro lugar de paz
Para eliminar a nuestros enemigos contamos con un buen arsenal de armas, desde menos a más potentes. También tenemos escudos para protegernos, etc. Al terminar estas pequeñas emboscadas conseguimos una poca cantidad de tornillos y combustible e incluso armas.
Al terminar las emboscadas enemigas, siempre podemos ver donde está la base más cercana y desplazarnos a ella para reparar nuestro convoy o vehículos, comprar mejoras de ataque, escudo o daño. El juego también cuenta con una tienda para comprar nuevas armas y vehículos. Para hacer todas estas operaciones deberemos haber recolectado previamente tornillos, que es la moneda del juego.
Podemos contar con más de 4 vehículos pero en este caso tendríamos que cambiar uno de los que tengamos en nuestro equipo.
Conclusión
En conclusión, si te gustan los juegos directos pero que también tengan una parte estratégica de gestión en cuanto a vehículos, dinero o combustible seguro que te mantendrá pegado a tu televisor varias horas.
Lo peor de Convoy: A Tactical Roguelike es que gráficamente se queda bastante corto, las emboscadas enemigas se hacen muy repetitivas y está completamente en inglés.
Por todo lo demás, este juego ofrece una experiencia satisfactoria para un tipo de juego casual. No hay un compromiso con mantenerte en vilo. Pero sí con hacerte sentir el reto de valorar cada decisión que tomas, y tener que asumir las consecuencias que tengan estas.
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